El
futuro se encuentra en el comercio electrónico
Internet
se ha convertido en una tienda abierta las 24 horas, donde las abundantes ofertas
y el amplio escaparate desplaza fuertemente a las pequeñas tiendas.
El año
pasado se facturó en compras de productos y servicios, 12.731 millones de euros
y el último trimestre del pasado año aumentó un 29,2% con respecto al anterior.
Se espera que este comercio siga aumentando geométricamente ya que las empresas
deben aprender a adaptarse a las nuevas necesidades de los clientes, los cuales
van adquiriendo cada vez más poder y son más exigentes.
Un hecho
curioso, es que el 75% de los clientes que han comprado en la tienda, han
visitado previamente la web. Buscan momentos de espera en la parada del bus o
en la consulta del médico para visitar páginas webs para futuras compras.
En el
comercio electrónico, los detalles son cruciales “los errores en las tallas”,
la rápida entrega, el quitar o excluir los gastos de envió en el precio final,
datos que los empresarios tienen que tener muy en cuenta.
Además los
consumidores valoran cada vez más aspectos como la seguridad (el temor de
introducir datos personales o el nº de la tarjeta), el reembolso, la ausencia
de los gastos de envío o el derecho al desistimiento.